IGUALdAd

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miércoles, 21 de julio de 2010

ÁMbITOS dE LA IGUALdAd: PARTICIPACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA

 

PARTICIPAR significa tomar parte en una cosa, es decir, tener la capacidad de asumir cierta responsabilidad en determinadas tareas o situaciones concretas, basándose en una implicación personal y directa.
A pesar de los esfuerzos de los recientes gobierno, la realidad social y política nos deja entrever que, las mujeres a día de hoy,aún no participan en igualdad en los órganos de poder y decisión.

¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE ESTE DESEQUILIBRIO?

Sencillamente, quienes toman las decisiones son los que al fin y al cabo controlan el funcionamiento de una sociedad. 

Por ejemplo, si los comerciantes de un poblado dominan la situación política tratarán por todos los medios que las lineas de autobuses desde las poblaciones cercanas tengan su parada en la principal calle comercial, olvidando a lo mejor que sería más útil que esa parada cerca del centro de salud o anexa al colegio.

No olvidemos, además, que las mujeres, a los largo de la historia, han tenido tremendas dificultades para ser consideradas ciudadanas de pleno derecho, pues no es hasta hace poco más de 100 años que las mujeres han sido escuchadas en su reivindicación para la participación de la sociedad de manera activa.

El hecho más significativo de estas reivindicaciones es el derecho al voto (sufragio universal). Veamos cómo ha ido adquiriéndose en los países más significativos durante los últimos 120 años:

VOTO FEMENINO: PAÍS y AÑO
NUEVA ZELANDA - 1893
AUSTRALIA - 1901
NORUEGA - 1913
RUSIA - 1917
INGLATERRA y ALEMANIA - 1918
ESTADOS UNIDOS - 1920
ESPAÑA - 1931
FRANCIA - 1945
JAPÓN - 1950

Si bien es cierto que legalmente las mujeres españolas iban adquiriendo derechos reconocidos a lo largo de la República de los años 30, no es hasta la transición democrática de finales de los 70 cuando la mujer se incorpora de manera de manera activa a la vida política y sindical.


En esta evolución social nos ha llevado a que hoy día las mujeres encuentren representación en todos los ámbitos de participación política, económica, sindical y laboral. A pesar de ello, y en términos globales, se detecta cierto estancamiento en el elevado número de puestos de responsabilidad intermedia: proporcionalmente, el número de mujeres que alcanzan puestos directivos es más bien bajo.

Una prueba de IGUALDAD de género la econtramos en las pruebas de acceso a la Administración Pública: debido a los criterios de igualdad y MERITOCRACIA,se ha elevado la presencia de mujeres en altos cargos.


RECORDAD ESTO ES LO QUE NO DEBE OCURRIR


 

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