APRENdIENdO A COMPARTIR EL TIEMPO

En la sociedad moderna el tiempo ha pasado a convertirse en un bien escaso.

Ocurre como con el agua: en las últimas décadas nos hemos dado cuenta que ya no es un bien ilimitado, sino escaso y cada vez más "precioso".

En realidad tenemos más tiempo libre que nuestros antepasados, lo que ocurre es que se ha multiplicado el número de actividades que llenan el tiempo libre, incluido el ocio.

En nuestro tema acerca de la igualdad, vamos a afrontar esta perspectiva del tiempo como herramienta para alcanzar los objetivos de igualdad.

(para más información sobre el tiempo libre podéis leeros este artículo)

http://www.triasdebes.net/files/upload/24_1170107847.pdf

Actualmente, a pesar de que las estructuras familiares están cambiando paulatinamente, sigue vigente el estereotipo de que la mujer dispone de la mayoría de su tiempo para atender al resto de la familia, es decir, las tareas del hogar y el cuidado de los suyos.

Ni que decir cabe que llevar estas "tareas" en paralelo a las laborales es un ejercicio bastante complicado. No sólo han aumentado sus cargas laborales sino que no han descendido las domésticas.

¿Cómo es el reparto de tareas en el hogar?
Según fuentes del Instituto de la Mujer es el siguiente:

TIEMPO MEDIO DEDICADO A TAREAS  DEL HOGAR

hombres    1.32 horas

mujeres    4.20 horas

TIEMPO MEDIO DEDICADO AL CUIDADO DE LOS HIJOS/AS MENORES

hombres   2.1 horas

mujeres    4.1 horas

TIEMPO MEDIO DEDICADO AL CUIDADO DE MAYORES

hombres   0.58 horas

mujeres    1.57 horas

Si sumamos, la mujer duplica de sobra el tiempo empleado por el hombre en dichas tareas.

Es por esto que para alcanzar una sociedad equilibrada y justa en términos de igualdad es necesario comenzar por compartir las responsabilidades familiares equitativamente. De esta manera mejorará la calidad de vida de TODOS los miembros, mejora la conviviencia y todo ello se traslada, además, a mejorar la calidad y disfrute del tiempo libre.